lunes, 31 de enero de 2011

Living on a prayer





Hay cosas que uno jamás piensa que le ocurrirán en la vida, ya sea por poseer un contenido sexual demasiado fuerte y contrario como puede ser la de acabar en un cuarto con un montón de hombres peludos y desnudos tras una noche de alcohol y hay otras que simplemente no te las planteas por diferencias culturales e ideológicas, como por ejemplo, acabar rezando en una fiesta de cumpleaños filipina y acabar siendo casi parte de la familia. Algunas como la primera nunca se llevan a cabo, pero otras como la segunda pueden acabar formando parte de tu album de fotos.

Bueno, primero empezaré con una breve introducción de lo que he hecho estos dias. No quiero perder la estructura típica de introducción, nudo y desenlace que tan bien ha funcionado a la hora de narrar una historieta. Mexican girl, filipinos, esqui, cena restaurante canadiense,nueva familia y cena en casa de amigos de mis tios.

Todo comenzó un viernes lluvioso típico de la ciudad en la que se supone que vivo. El tiempo de las clases se consumió muy rápido sin nada relevante que pueda retransmitiros via blog. Al terminar las clases me fuí con mexican girl a comer en grandville Island. La verdad, esto no tiene nada de interes cultural y no aporta al blog nada mas que rumores con los que Ana Duque puede alimentarse y hacerse mas fuerte. Por lo que pasaré a contar lo que de verdad importa. LA FIESTA FILIPINA.



Regresé a casa sobre las 7 de la tarde sabiendo que me esperaba algo que para un español puede ser un chiste, una fiesta de cumpleaños filipina. Los invitados aún no habían llegado cuando volví pero la mesa estaba puesta. Un manjar de comida filipina se alzaba sobre la redonda mesa de la cocina. Rollitos filipinos, empanadas filipinas, platos indescriptibles pero que categorizaremos como chinos y un pavo enorme bien trinchado saludaban a mi estomago. La fiesta empezaba bien, la pasta tendria que esperar un día. Poco a poco los invitados fueron llegando y me miraban con cara de asombro, como mirarían un montón de africanos procedentes de una tribú al ver a su primer hombre blanco. La descripción puede que este un poco adulterada, pero mas o menos fue así. La presentación a la sociedad filipina tuvo que esperar debido a que mi madre filipina estaba muy agetreada. Pero una vez me introdujo en esa sociedad de personas de ojos rasgados fuí bendecido. Y nunca mejor dicho, lo que ahora me dispongo a contar es algo un tanto inverosímil pero cierto. Tras devorar el pavo, y las empanadas ( pediré la receta y la haré cuando vuelva, estan de vicio ) y hablar con casi todos los invitados que me trataron de una forma indescriptible, en el buen sentido, se dispusieron a terminar este extraño ritual del cumpleaños con una misa al Santo Niño. Yo ya me olía algo pues se había formado un circulo en torno a dos muñecos que simbolizaban la Virgen y al niño Jesus ( que por cierto, es negro, a ver si le hago una foto y os la enseño) e intente evadir ese sacro momento. No obstante, un filipino me apuñalo con un extraño libro rojo y me dijo que iban a rezar al Santo Niño y que leyese. En ese mismo momento mi plan de huída era pisoteado y destrozado. Así fue como, con un montón de filipinos en casa ( unos 25 ) me dispuse a afinar mi acento y orar. ¡Sí! Lo hizo, recé a un Jesucristo negro con un monton de filipinos. Estaba atrapado, no podía decir que no sabía rezar y ya había manifestado mi ateismo ( no me vengaís con chorradas de agnóstico que hay cosas de las que uno esta seguro ) por lo que estaba condenado. Pero, mirado por el lado positivo, ahora estoy bendecido y puedo pecar ( o pencar como queraís verlo ) sin preocuparme.

La fiesta terminó sobre las 10 de la noche y yo me fuí a dormir dado que tenía que madrugar al día siguiente porque iba a ir a esquiar.

El sábado amaneció como otro dia cualquiera, lluvioso y frio. Pero, este día sería el día en el que establecería mi primer contacto con el noble deporte del esqui. Fuí con la escuela en el autobús de los Simpsons ( ese amarillo conducido por Otto ) pero no le hice ninguna foto por lo que tendreis que creerme sin más. Este autobús es jodidamente incómo y uno tenía que estar sentado en diagonal para estar medianamente cómodo. Creo que alquilaron el autobus escolar de los parbulos. El viaje se pasó rápido. Excitado como si de una hormonada adolescente forofa de algún grupo pop se tratase el tiempo se disipo. Jamás en mi vida había visto tanta nieve. Por lo que primero que hice fue arrojarme al suelo ante la mirada del resto de mi escuela para hacer un chiste gráfico de dos angeles, el de nieve y yo. Pero por desgracia la nieve estaba congelada y por mas que insistí no logré dejar mi silueta.



Despues empezaron las clases de esqui. Dos horas de clase que me prepararían para caerme una y otra vez sin hacerme daño. Una vez terminada las clases empezó la aventura. Lo primero que hice fue tirarme por la pista grande y peligrosa donde el invierno pasado habían muerto 5 personas. No, no murieron cinco personas, solo quiero darle algo de emoción. Bueno, tengo que aclarar que todo esto lo hice por mero honor. Una compañera brasileña había puesto en duda mis peludos testituculos y como hombre serio y rudo que soy tuve que responder ante esa ofensa tirandome por la pista mas empinada. El resultado: tuvimos que bajarla andando porque esta chica se había hecho daño cuando se cayó. Yo me caí como unas 7 veces en 50 metros pero soy de otra madera. Despues de esta catastrófica experiencia tuve que practicar en otra menos peligrosa. Esta la acabé dominando en una hora y volví a pasarme a la grande. Esta vez con un resultado mas gratificante pero sin mujer brasileña a la que demostrar lo hombre que soy. Despues de esquiar, fuí a cenar con unos compañeros a un restaurante canadiense donde me pedí una hamburguesa y además conocí a tres futuras doctoras brasileñas. Lo único revelante de esta cena fue que aprendimos a insultar en chino. Co-ña-ña-naaa, es algo asi como gilipollas en mandarín. Fin del sábado.


El domingo fue otro dia grandioso. Conocí a mi nueva familia. Y me dejaron sin palabras. Bueno, antes de continuar, mi camino a la canoninación ha empezado tras las plegarias del viernes. El padre de esta familia es pastor de una iglesia protestante. Papa, reza para que no me convierta en un hombre sotana. Continuando, la familia es increíble. Primero, la casa esta situada en el rio. Un rio donde van los osos a cazar sus queridos salmones. Si tu vas al jardín trasero de esta puedes pescar en el rio. Ya le hare fotos. Despues esta situado en el bosque, no como el Stanley Park que es un parque esto es un bosque salvaje. Que además posee un monton de rutas de senderismo. Solo conocí a una hija que es bastante guapa pero que lejos de su bella imagen le gusta el rock, en especial Pink Floyd. Me imagino que haremos buenas migas. El padre es muy símpatico, una persona muy curiosa que no paro de preguntarme cosas pero que lejos de hacerme sentir incómodo me hizo sentirme como en casa. Despues me enseño todo North Vancouver que, por cierto, es otra ciudad y no una zona de Vancouver. Despues de terminar con la presentación formal de la nueva familia me fuí a ver a los amigos de mis tios. Tenia que ir al otro lado del mapa atravesando Vancouver. Llegue tarde a este encuentro social donde me presentaron a toda la familia. Los hijos de Gerard son amantes del rock también. Y a lo mejor voy con ellos a ver a Robert Plant ( Cantante de Led zeppelin ) y la verdad tampoco hay mucho más que contar de esta cena.

Y bueno, hoy lunes, nada que contar, esta semana me examino para ver si subo de nivel o no. Aunque imagino que si porque lo que he dado es bastante fácil y los examenes los he hecho casi perfectos. Por lo que estoy tranquilo. El domingo, me cambio de familia. Ya os contare que tal con el Pastor y las rockeras.

3 comentarios: